Si tienes algo que decirme, dímelo en la cama.
Éramos dos personas que no nos llevábamos bien, pero algunas cosas pasaron. Lo siguiente que supimos fue que pasamos una noche inolvidable juntas y así fue como empezó nuestro arreglo.
Estaba segura de que nunca me enamoraría de ella, NUNCA. Porque lo que nace del deseo carnal nunca puede convertirse en amor.